El CEO de Google, Sundar Pichai, rechazó enérgicamente, en el Congreso de Estados Unidos, las crÃticas de opacidad, incluso por parte del propio presidente Donald Trump, que acusa al gigante de internet de parcialidad en detrimento de los republicanos.
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«No hemos encontrado evidencias de estas acusaciones», dijo respaldándose en una investigación realizada «independientemente» y que aseguró estar dispuesto a poner a disposición de los funcionarios estadounidenses.
Interrogado por el Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Sundar Pichai se defendió constantemente del señalamiento de que su grupo podÃa estar «sesgado polÃticamente». Además, afirmó que la compañÃa no vendió los miles de millones de datos de sus usuarios, al tiempo que reconoció que conocÃa todas las preferencias de los consumidores a través de palabras clave que son escritas regularmente.
«Ahora mismo, si tú ‘googleas’ la palabra ‘idiota’, debajo de las imágenes aparece una imagen de Donald Trump […] ¿Cómo funciona la búsqueda para que eso ocurra?», le preguntó Zoe Lofgren, representante demócrata por el estado de California.
Pichai respondió diciendo que Google cuenta con más de 200 factores que arrojan una búsqueda. Y dentro de dichos factores está la relevancia, la popularidad o la manera en que los usuarios utilizan el concepto buscado. «Ofrecemos resultados para que en todo momento en que escribes una palabra clave, nosotros, como Google, hemos rastreado y almacenado copias de miles de millones de páginas web», explicó.
«Asà que tomamos la palabra clave y la comparamos con las webs y la clasificamos según más de 200 parámetros. Cosas como la importancia, la novedad, la popularidad, la forma en que otras personas la están usando, y según eso, en cualquier momento dado tratamos de clasificar y encontrar los mejores resultados para esa consulta», agregó.
«Luego los evaluamos con calificadores externos, para asegurarnos, y ellos lo valoran de acuerdo a pautas objetivas, y asà es como nos aseguramos de que el proceso esté funcionando. Entonces no hay un hombrecito sentado detrás de la cortina pensando en qué van a mostrarle al usuario, es básicamente una recopilación de lo que los usuarios están generando y tratando de ordenar esa información», explicó.
«El año pasado servimos a más de 3 billones de búsquedas, de hecho, cada dÃa, el 15% de las búsquedas que se hacen en Google nunca las habÃamos visto antes. Asà que esto está funcionando a escala. No intervenimos manualmente en ningún resultado de búsqueda», enfatizó.
Pichai también aseguró que la empresa respeta la vida privada y garantiza la seguridad informática. «Ofrecemos diferentes controles para la geolocalización, por ejemplo. Recordemos que los usuarios pueden vigilar el respeto de sus vidas privadas».
Los legisladores estadounidenses lo interpelaron sobre la «recopilación, uso y prácticas de filtrado» de datos para sus usuarios. «Los usuarios confÃan en nosotros para obtener información precisa y confiable, nos esforzamos por garantizar la integridad de nuestros productos y hemos implementado una serie de medidas de seguridad para garantizar que sigan cumpliendo con nuestros criterios», señaló Pichai.
El sitio web estadounidense de extrema derecha Breitbart difundió en septiembre un video interno de Google, donde muchos de sus directivos y de sus empleados lamentan amargamente la elección de Trump en 2016. El presidente republicano no ha ocultado su desconfianza hacia los gigantes tecnológicos, muchos de los cuales históricamente se han mostrado afines al Partido Demócrata.
Trump ha incrementado sus ataques, incluyendo acusaciones a Google de censurar a las voces conservadoras y favorecer los artÃculos de los medios con tendencia de izquierda en sus resultados de búsqueda.
¿Manipulación de la opinión?
Bob Goodlatte, el presidente republicano del Comité Judicial, habÃa dicho que la audiencia se centrarÃa en cómo las compañÃas de internet podrÃan «eliminar puntos de vista especÃficos y manipular a la opinión pública».
«Los estadounidenses confÃan en las grandes empresas de tecnologÃa para honrar la libertad de expresión», dijo. «Es responsabilidad del Congreso para con el pueblo estadounidense garantizar que los gigantes de la tecnologÃa sean transparentes y responsables de sus prácticas».
En los últimos meses, Google ha sido regularmente blanco de crÃticas de Trump y algunos legisladores, con denuncias de «sesgo» por parte de los gigantes de la web, sin pruebas sin embargo que las respalden. Según expertos en tecnologÃa, hay poca evidencia que sugiera que Google distorsione por razones polÃticas los resultados de búsqueda.
Con frecuencia, Google también es foco de atención por temas de seguridad informática y su dominio del mercado de los motores de búsqueda en internet. En septiembre, Pichai se negó a participar en una audiencia del Senado sobre las operaciones de influencia extranjera. Los legisladores interrogaron entonces a los principales directivos de Facebook y Twitter.
La empresa estadounidense también ha recibido crÃticas sobre un proyecto de motor de búsqueda en China que respeta las reglas de censura impuestas por PekÃn a los internautas. En una declaración el martes, el influyente senador republicano Marco Rubio instó a Pichai a abandonar esta iniciativa, bautizada Dragonfly (Libélula).
Si Google avanza con sus planes de construir un motor de búsqueda censurado, se convertirá en «compañero de cama de los opresores del pueblo chino, en vez de socio de los oprimidos», dijo en un comunicado.