La oración es una cadena de vida, protagonizada por muchos hombres y mujeres que rezan y siembran vida: Papa Francisco

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Desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa Francisco en la Audiencia General del de este miércoles 27 de mayo manifestó en su catequesis que, “la oración es una cadena de vida” protagonizada por muchos hombres y mujeres “que rezan y rezan, y siembran vida”.

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El Santo Padre puso un ejemplo para explicar cómo la oración construye esa “cadena de vida”; a continuación, narro “Recuerdo la historia de un hombre, un jefe de gobierno importante, no de este tiempo, de tiempos pasados, ateo que no tenía sentido religioso en el corazón. Pero de niño escuchaba a la abuela que rezaba, y aquello permaneció en su corazón. Y en un momento difícil de su vida, aquel recuerdo regresó a su corazón y comenzó él a rezar con las cosas que decía la abuela, y allí encontró a Jesús”.

El Sumo Pontífice insistió, “por que es tan importante enseñar a los niños a rezar. A mí me produce dolor cuando encuentro niños a los que les pido que hagan el signo de la Cruz y no saben hacerlo. Enseñadles a hacer bien el signo de la Cruz. Es la primera oración, para que los niños aprendan a rezar. Después, quizás, se pueden olvidar, tomar otro camino, pero aquello permanece en el corazón, porque es una semilla de vida, la semilla del diálogo con Dios”.

Según ACI Prensa, el Papa manifestó “Esa es la tentación”, advirtió el Papa, “la ambición que entra en el corazón”. Sin embargo, cuando comen del fruto prohibido “experimentan lo contrario de lo que esperaban: sus ojos se abren y descubren que están desnudos. No olvidéis esto: el tentador es un mal pagador, paga mal”. Explicó cómo en los primeros capítulos del libro del Génesis “se describe la progresiva expansión del pecado en los asuntos humanos”. Adán y Eva, engañados por la serpiente, asumen que Dios les tiene envidia y que impide su felicidad, y se rebelan contra Él para tratar de ser como Dios.

“El mal comienza a entrar en el corazón, los pensamientos son siempre de mirar mal al otro, con sospecha: ‘este es un malvado que me quiere hacer el mal’. Y eso va entrando en el corazón. De esa manera, la historia de la primera fraternidad termina con un asesinato. Y yo pienso hoy en la fraternidad humana: guerra por todos lados”, lamentó el Papa.

“La oración, cuando es auténtica, libera de cualquier instinto de violencia y es una mirada dirigida a Dios”. “La oración cultiva jardines de renacimiento en lugares donde el odio del hombre ha sido capaz de extender el desierto”, concluyó.

Por: Paula Alfonso
Fuente: aciprensa.com
Foto Cortesía: https://bit.ly/2yGVjXo

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