Santa MarÃa de la Rosa fue una religiosa italiana, fundadora de la Congregación de las Siervas de la Caridad.
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Nació en Brescia, Italia en 1813 y su nombre fue Paola Di Rossa. Posteriormente, al hacerse religiosa, tomarÃa el nombre de MarÃa Crucificada Di Rosa (MarÃa Crucificada de la Rosa).
Al cumplir los 17 años, MarÃa de la Rosa consagró su vida a Dios a través del servicio a los más necesitados. Sus padres poseÃan una finca, y ella, animada por su fe y amor al prójimo, organizó a las campesinas de los alrededores con el propósito de generar vÃnculos de apoyo y ayuda solidaria entre familias.
Sobre la base de este grupo de mujeres, formarÃa una asociación religiosa en la que sus integrantes pudiesen profundizar y enriquecer su fe católica. Mientras tanto, en su parroquia, organizaba retiros espirituales y obras de misión en las partes alejadas de Brescia, poniendo su atención de manera especial en las mujeres que se encontraban abandonadas.
MarÃa de la Rosa desempeñó ese cargo con gran dedicación durante dos años, hasta que pensó que serÃa más conveniente brindar una formación integral a la infancia. Entonces, fue cuando abrió un internado para niñas en estado de abandono, fundamentalmente para huérfanas y niñas muy pobres.
Para 1840, Santa MarÃa de la Rosa se embarco en el proyecto más importante de su vida, la fundación de una comunidad religiosa femenina dedicada a la atención de los enfermos en los hospitales, más conocidas como las Doncellas de la Caridad. Al principio sólo eran cuatro jóvenes, pero tres meses después de iniciado el trabajo aumentaron a 32.
Asà mismo, la etapa final de la vida de MarÃa Crucificada de la Rosa estuvo dedicada a fortalecer a su orden y obtener el reconocimiento eclesiástico necesario.
Por ello, en 1850, la Santa Sede, por voluntad expresa del Papa PÃo IX, otorgó la aprobación de su congregación y unos años más tarde, Santa MarÃa de la Rosa morirÃa el 15 de diciembre de 1855.