El Papa Francisco retomó este miércoles 5 de agosto la Audiencia General de los miércoles después de su período vacacional en el mes de julio. El Pontífice pronunció su catequesis desde la biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano debido a que las medidas para evitar un rebrote de la pandemia de coronavirus impiden celebrarla en la Plaza de San Pedro.
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El Santo Padre comenzó su enseñanza recordando a los que sigue sufriendo el golpe de la COVID 19, “la pandemia continúa causando profundas heridas, desenmascarando nuestras vulnerabilidades”.
“Son muchos los difuntos, muchísimos los enfermos en todos los continentes. Muchas personas y muchas familias viven un tiempo de incertidumbre debido a los problemas socio-económicos que golpean especialmente a los más pobres”.
Ante esta situación, Francisco invitó a “tener fija nuestra mirada en Jesús y, con esta fe, abrazar la esperanza del Reino de Dios que el mismo Jesús nos trae”.
El Pontífice pidió “un nuevo encuentro con el Evangelio de la fe, de la esperanza y del amor” que “nos invita a sumir un nuevo espíritu creativo y renovado”.
De esa manera, “estaremos preparados para transformar las raíces de nuestras enfermedades físicas, espirituales y sociales. Podremos curar profundamente las estructuras injustas y las prácticas destructivas que nos separan a unos de los otros, amenazando a la familia humana y a nuestro planeta”.
El Papa Francisco concluyó su catequesis anunciando que en las próximas semanas dedicará la catequesis de la Audiencia General de los miércoles a “afrontar juntos cuestiones importantes que la pandemia ha puesto de relieve, sobre todo las enfermedades sociales”.