El Misterio de la Santísima Trinidad revela a un solo Dios en tres personas distintas, es el misterio central de la fe y de la vida cristiana, pues es el misterio de Dios en sí mismo.
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La fiesta de la #SantísimaTrinidad nos invita a dejarnos fascinar por la belleza de Dios; belleza, bondad y verdad inagotable. Y también humilde, cercana, que se hizo carne para entrar en nuestra historia, para que cada hombre y mujer pudiera encontrarla y obtener la vida eterna.
— Papa Francisco (@Pontifex_es) June 7, 2020
Hoy domingo 7 de junio, se recuerda a la Santísima Trinidad, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, tres personas y un solo Dios verdadero. Para el año 2013, El Papa Francisco al explicar a unos niños las tres personas de la Santísima Trinidad dijo que “el Padre crea el mundo, Jesús nos salva ¿y el Espíritu Santo qué hace? Nos ama, nos da el amor”.
Según ACI Prensa, Santa Juana de Arco afirmaba que “Dios es tan grande que supera nuestra ciencia”, por tanto, supera el entendimiento humano. El misterio de la Trinidad no se puede entender precisamente porque es un misterio.
San Agustín, en una oportunidad caminando por la playa observó a un niño que hacía un hoyo en la arena, y el santo le preguntó qué intentaba hacer, el niño le dijo que pensaba meter toda el agua del mar en ese hoyo.
El Santo admirado le dijo: “pero ¡¿no te das cuenta que es imposible?!”, el niño le contestó que “es más posible meter toda el agua del mar en este agujero que intentar meter el misterio de la Trinidad en tu cabeza”.
San Patricio, Santo Irlandés, para explicar este misterio lo comparaba con una hoja de trébol. Decía que cada hoja es diferente, pero las tres forman el trébol, y que lo mismo pasa con Dios donde cada persona es Dios y forman la Santísima Trinidad.
Hoy durante el rezo del Ángelus, el Papa Francisco invitó a los católicos a orar a la Virgen María, morada de la Trinidad, para orientarse siempre “hacia la meta que es el Cielo”. El Santo Padre recitó “Que la Virgen María, morada de la Trinidad, nos ayude a acoger con un corazón abierto el amor de Dios, que nos llena de alegría y da sentido a nuestro camino en este mundo, orientándolo siempre hacia la meta que es el Cielo”.